jueves, 17 de noviembre de 2011

Grita por el dolor ajeno

La kala azar, el mal de Chagas, la enfermedad del sueño, la tuberculosis, la malaria o el sida infantil son males que suelen anidar en los países más pobres, afectando a casi 8.000 personas y ante los cuales hay muy pocos tratamientos. Se denominan las enfermedades olvidadas, porque la mayoría de ellas no son tratadas y los afectados tienen que asumirla y vivir con ella por la falta de medios.


Según publica El País, Médicos Sin Fronteras ha lanzado una campaña para todos aquellos que quieran expresar su indignación y su rabia por la situación que viven otras personas. Dicha campaña se llama ¡Grita de dolor ajeno!, en la que Luis Toscar y Javier Bardem son los protagonistas. "Gritar es una cosa muy bestia y elegimos a dos personas que tienen esa fuerza. Además, son gente que se implica y gozan de gran notoriedad", cuenta Jorge Martínez, diseñador de la campaña. "Ya hemos conseguido concienciar sobre este problema y ahora queremos que la gente lo exprese en www.gritadedolorajeno.org y se exijan cambios", apunta.

Foto de El País
Con estos lamentos, los ciudadanos no sólo estarán mostrando su malestar, sino que "será también la forma de firmar un manifiesto contra el dolor ajeno que servirá a Médicos Sin Fronteras para dar fuerza y legitimidad a sus demandas ante instituciones, gobiernos y empresas", explica la organización en un comunicado.

Esta iniciativa está ligada directamente con otra campaña, Pastillas para el dolor ajeno, que se puso en marcha en noviembre del año pasado y en tres meses se vendieron tres millones de comprimidos. "La sociedad española comenzó a sufrir un repentino e intensísimo brote de dolor ajeno y en muy poco tiempo este dolor se tradujo en diagnóstico y tratamiento para miles de pacientes afectados por el mal de Chagas en Bolivia y por el VIH-sida en Zimbabue", cuenta Aitor Zabalgogeazkoa, director general de Médicos Sin Fronteras. 




martes, 15 de noviembre de 2011

Octubre Negro

“Octubre Negro” es la historia transcurrida en Bolivia en el año 2003, y en la se produjo la represión a la revuelta popular que se levantó contra el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada. Terminó con la muerte de sesenta y siete personas y más de quinientos heridos.

El motivo de las protestas era la denominada Guerra del Gas. Lozada exportaba el gas natural del país por Chile a Estados Unidos y México a precios muy bajos y que no beneficiaban a la economía boliviana. Los ciudadanos pedían al presidente que no comercializase con los recursos naturales nacionales hasta no abastecer el mercado interno, así como la creación de un pacto social dirigido al consenso. Se respondió con violencia a las manifestaciones populares, formadas en su mayoría por indígenas que no sentían reconocidos sus derechos fundamentales y políticos.




Según Periodismo Humano, después de aquellos hechos, cinco ex militares condenados piden ahora el indulto a Evo Morales, actual presidente del país, porque consideran que están injustamente encarcelados, según aparece en FM Bolivia. Pero los delitos que cometieron ya se juzgaron y catalogaron en su momento como delitos de lesa humanidad. Por su parte, la población está indignada ante la posibilidad de que se les pueda perdonar la culpa.

domingo, 13 de noviembre de 2011

La juventud de Colombia exige una educación de calidad

“Vamos a pensarlo”. Esa era la respuesta de los jóvenes colombianos al presidente Juan Manuel Santos tras pedirles que volvieran a las aulas y tras su promesa de no llevar a cabo una reforma de la educación superior, que deja la posibilidad de acceder a una formación de calidad sólo a unos pocos y que perjudica aún más el nivel de dicha calidad en las carreras universitarias.



Según se publica en El País, el presidente de Colombia pidió a los estudiantes que volvieran a clase, que levantasen el paro y que recuperasen el tiempo perdido. Santos se mantuvo firme de respetar el acuerdo con los estudiantes.



La manifestación ha tenido prácticamente parado al país entero, en Bogotá los estudiantes se citaron en la parte norte, en la parte sur, y en la parte occidental de la ciudad. El objetivo era llegar hasta la Plaza de Bolívar, el sitio más emblemático.  Colapsaron el tráfico, de por sí bastante caótico, pero todo transcurría en un ambiente festivo. De la misma forma se organizaron para abordar las ciudades de Barranquilla, Cartagena, Medellín, Bucaramanga y Cali.
El Heraldo afirma que los estudiantes son los indignados de Colombia y que desde hace mucho tiempo no se respiraba un ambiente de discusión social de ese calibre. Los jóvenes arriesgaron todo el equipo, llevan mucho tiempo perdido de clases, pero con este nuevo paso adelante, han aumentado sus expectativas y ahora piensan en abrir el debate sobre la calidad educativa en su país.


viernes, 11 de noviembre de 2011

Libertad de expresión en Sudán del Norte

Lubna Husseim
La falta de apoyo por parte del gobierno en cualquier actividad que tenga que ver con la libertad de información y con la defensa de los derechos humanos es algo que está a la orden del día en Sudán del Norte. Así como negar los permisos a televisiones y medios que no coincidan ideológicamente con el mismo. Según Periodismo Humano, más de la mitad de la población es analfabeta, la mayoría mujeres, con un índice de pobreza del 40% (cifras de 2004) y miles de personas desplazadas por la guerra, por lo que la prensa no constituye un medio de fiar.

Los periodistas se ven obligados a firmar unas pautas que producen la directa autocensura sobre los asuntos relacionados con la Corte Penal Internacional, entre otros; no es necesario que el gobierno censure, ya viene de por sí. Las mujeres que trabajan en el periodismo son las que más sufren el radicalismo islámico del gobierno sudanés del Norte, regido por Omar Al Bashir, perseguido por la Corte Penal Internacional por genocidio. Aún así, no se rinden y siguen buscando huecos donde introducir un pequeño guiño a la crítica y a la libertad de expresión.
Hoy, en el blog de Periodismo Humano se publica que mañana la periodista sudanesa Lubna Husseim, será sancionada a latigazos por llevar pantalones e ir vestida de forma “indecente”. 

martes, 8 de noviembre de 2011

El hambre también es causa de muerte en Argentina

No sólo en África se mueren de hambre, las comunidades indígenas de Argentina, en la zona norte, luchan contra la desnutrición todos los días desde hace décadas, sin que el gobierno o el contexto internacional hayan hecho algo para solucionarlo. Según el reportaje de Rebeca Mateos, de Periodismo Humano, en lo que va de año han muerto al menos diez niños por causas directas o indirectas relacionadas con la desnutrición, los más afectados son los indígenas que suman un total de unas treinta mil personas.

Para Jonathan Félix, representante de 20 familias de la comunidad afirma que este tema ha permanecido sin salir a la luz porque no interesaba, pero que existe desde hace veinte años. “Acá hay mucha desocupación, ese es el tema, no hay trabajo. Antes la gente se mantenía de otra manera, sacaba alimentos del bosque. Ahora eso no se puede hacer”. Esto viene de la gran deforestación de bosques en Argentina y en la Patagonia Chilena, que están acabando con los recursos naturales del país y además obliga a la población indígena a la pobreza.

La Ley de Bosques del año 2007 que consiguió paralizar por un tiempo la deforestación llegó demasiado tarde. Según datos de  Greenpeace Argentina, entre 1998 y 2002 la superficie deforestada en la provincia de Salta fue de 194.389 hectáreas, mientras que entre 2002 y 2006 se duplicó, tan solo unas 90.000 hectáreas menos que la totalidad de la superficie de España.
La Fundación ASOCIANA señala a las autoridades del país como los principales culpables ya que permiten que se destrocen los recursos naturales y se avasalle a la población por intereses de mercado.  Paradójicamente, los campos de cultivo de soja, a favor de los que se deforestó la zona, han convertido a Argentina en uno de los países que más alimentos exportan al resto del mundo y han aumentado su PIB en un 9,5% en 2010. Frente a ese crecimiento externo, en el interior del país, las comunidades indígenas viven como pueden.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Primera mujer que aspira a la presidencia en Egipto

Buthaina Kamel es la primera mujer en aspirar a la Presidencia en la historia moderna de Egipto. Tras comenzar su carrera en la radio estatal, Kamel trabajó durante gran parte de los años 90 como presentadora de televisión, hasta que en el 2005  se volcó en la política. Se puso al frente del movimiento democrático Kefaya y critica duramente el gobierno de Mubarak. “Participé en numerosas manifestaciones y marchas, especialmente contra la corrupción oficial”, afirma.  Según publica hoy Periodismo Humano, también participó en las primeras movilizaciones que provocaron la caída del ex presidente y volvió a trabajar para la televisión del Estado, no sin trabas de por medio. 

“Las mujeres jugaron un importante papel en la revolución, y muchas cayeron como mártires. Ahora esperamos que gocen de un rol más activo en la política nacional del que te tuvieron en el pasado”. Apuesta por la implicación de la mujer y de los jóvenes en la política.

Aunque la Constitución egipcia de 1956 les concedió a las mujeres el derecho a votar y la participación femenina en la política fue mínima durante los 30 años de gobierno de Mubarak. Según el Centro de El Cairo para el Desarrollo, la participación de las  mujeres egipcias en las elecciones nacionales entre 1981 y 2010 fue de un escaso cinco por ciento; así como su presencia en el parlamento era igual de inexistente.
Kamel se presenta como política independiente y defensora de todos aquellos que han sido privados del voto. “No me postulo solo por las mujeres, sino por los marginados, por las tribus beduinas, los pobres, los ancianos y los discapacitados”.
Sin embargo, el camino no le será fácil, ya que la mayoría de la población musulmana prefiere un gobierno conservador y dirigido por un hombre, pese al intento de apertura con las revueltas. Legalmente las organizaciones musulmanas reconocen el derecho de las mujeres a votar y participar en la vida pública, pero de manera restringida.
La activista Esmat al-Merghani, primera mujer en dirigir una fuerza política, el Partido Social Libre, elogió el coraje de Kamel. “Aún cuando no gane, ya abrió una nueva puerta para el avance de las mujeres, sin mencionar que tiene el honor de ser la primera egipcia en postularse a la Presidencia”.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Después de veinte años, la guerra de Nicaragua sigue latente en la población

Las consecuencias de la guerra entre los excontras y los antiguos soldados sandinistas en Nicaragua se hacen más fuertes en la actualidad, se ha querido tapar con un parche lo que la mayoría de la población, incluidos soldados de ambos bandos, consideran que no valió la pena. Después de casi veinte años del conflicto los políticos se desentienden del tema, y las secuelas sólo la sufren el sector de la población que está más indefenso, la gente con menos recursos económicos, así como los soldados guiados por la violencia y que quedaron marcados por el odio de la guerra. El País publica hoy tres historias que atestiguan el antes y el después de un conflicto armado. 
Berta Salinas
“Estuve en el Ejército sandinista. Reclutábamos a los jóvenes para el Servicio Militar Patriótico. Los agarrábamos hasta en los parques. Estaban enojados. Tenías que explicarles la necesidad de defender la Revolución. Claro que hubo barbaridades, morían hasta los perros. No me arrepiento de nada pero en vez de estudiar me dediqué a la guerra. Cuando me desmovilizaron no me dieron ni las gracias. Sólo un certificado de excombatiente. Soy madre soltera y tengo un hijo discapacitado porque estaba embarazada de un mes pero yo no lo sabía y me mandaron a una misión. Me cayó una bomba cerca y le dañó el cerebro. Mi hijo tiene ahora 24 años pero tampoco recibe ayuda. La guerra no mereció la pena. Solo se beneficiaron los políticos. Ahora trabajo en la limpieza de una universidad privada. Si no cambian las personas no cambia el país. Lo que tiene Ortega es que da migajas y los otros no dan nada. Mira más por el campesino y las esperas en los hospitales se han reducido, por eso vamos con Ortega".
Santiago Mejía
“Yo era el Comandante Solins pero antes era campesino. Me metí en la Contra a los 17 años. Si no nos poníamos de parte del Gobierno nos trataban como contrarrevolucionarios. A mi padre le llevaron preso y le quitaron la finca. En 1984 recibí entrenamiento en una base de Carolina del Norte. Estuve seis meses. Hice un curso para comandante para introducir tropas en Nicaragua y me hice paracaidista. Hice 18 saltos. Llegué a mandar a 500 hombres. Al principio fue muy duro. Yo no había disparado nunca. Luego uno se adapta a vivir en el lodo, a la experiencia de comando, comiendo lo que se encuentra en la montaña. La primeras carabinas llegaron de Argentina en 1981 y las botas eran de Guatemala. Había una organización de coroneles de Argentina, Guatemala, Honduras y El Salvador y Panamá que nos ayudaba. Pero los gringos son muy celosos y querían que renunciáramos a esa ayuda y tomáramos la suya. A partir de 1982,  EE UU nos dio 70 millones de dólares y ayuda humanitaria y empezamos a tener bases. Se nos unían familias enteras y tuvimos que montar campos de refugiados. Cuando terminó la guerra, entregué el fusil y volví al campo. La finca de café estaba destrozada, no quedaba ni el ganado ni el techo. Mi familia se había ido a Honduras. La guerra no vale la pena. Nos matamos entre los mismos nicaragüenses. Hemos recibido más apoyo de este Gobierno que de los liberales. Daban 200 córdobas al mes de pensión y ahora 3.500. Lo de antes era una burla para los lisiados de guerra”
Eusebio Natividad
“Yo era de la Guardia Nacional de Somoza y fui de los que dio los primeros tiros. Fundamos la Resistencia en 1979 y a los ocho meses nos amontañamos. Éramos 450 hombres. Al principio peleábamos con garrotes y pistolas, luego con fusiles y botas que nos llegaban de Guatemala. Para 1982-1983 ya tuvimos instructores gringos, israelitas y nicaragüenses. Yo era el Comandante Danto, luché en Ciudad Antigua (al norte del país) y participé en 100 enfrentamientos, a veces teníamos cuatro al día. Una bala me dio en la cabeza y tengo el cuerpo lleno de metralla. Con los gringos, la CÍA y la cosa de los derechos humanos no podíamos hacer salvajadas. Cuando teníamos prisioneros les lavábamos el cerebro y se pasaban a nuestro bando. De los nuestros que caían en manos de ellos no volvíamos a saber más. A partir de 1982 no torturamos a nadie. Antes sí porque eran el enemigo. A partir de 1990 vino la desmovilización. Doña Violeta (Chamorro) vino a la escuela de entrenamiento y habló de paz. Unos querían y otros no. Y nos marchamos a casa. Algunos recibieron una finquita para vivir. Yo vivo en Villa Reconciliación (un barrio obrero de Managua) desde 1993. Estamos abandonados, de diez solo hay uno que reciba 1.000 córdobas al mes (menos de 100 dólares). Cuando estaba en la Contra nos daban un viático. Yo recibía 1.000 dólares cada seis meses. Fue una guerra entre nosotros mismos. Fue un desperdicio de nuestras vidas. Unos quedaron tuertos, otros rencos, otros sicoseados (con traumas psíquicos)."